Lima, 26 may (EFE).- El terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter que esta madrugada sacudió el corazón de la Amazonía peruana y se sintió con fuerza en casi todo Perú, Ecuador y en parte de Colombia y Brasil, se saldó con escasos daños personales y materiales pese a la enorme alarma que despertó entre la población.

A las 02:41 hora local (07:41 GMT) gran parte de la ciudadanía de la extensa región se despertó sobresaltada por el fuerte y prolongado temblor, que duró más de dos minutos y que en un primer momento hizo pensar en la posibilidad de que se hubieran producido graves daños.

En esta ocasión, el hecho de que el epicentro estuviera ubicado en la reserva nacional de Pacaya Samiria, en la región de Loreto, una zona poco poblada de la Amazonía peruana, y a 141 kilómetros de profundidad bajo la superficie terrestre, hizo que se diluyera su poder de destrucción, aunque llevó su onda sísmica a miles de kilómetros, hasta llegar a capitales sudamericanas como Quito y Bogotá.

Solo ha habido una persona fallecida registrada hasta el momento, a causa del desprendimiento de una roca en la región de Cajamarca, en el norte de los Andes peruanos, mientras que hay once heridos registrados a nivel nacional, informó el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional de Perú.

El movimiento telúrico también dejó 54 viviendas inhabitables, cuatro centros de salud colapsados y otros dos afectados, así como cinco escuelas y dos iglesias también dañadas.

En Ecuador, donde hay al menos seis heridos, su Instituto Geofísico estimó el terremoto en 8,03 grados de magnitud Richter, mientras que en Colombia clasificaron el sismo en 8,3 grados y en ambos países se activaron las alarmas y centenares de personas abandonaron sus viviendas, al tiempo que se registraron daños materiales.

A primera hora de la mañana, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, se trasladó a la ciudad amazónica de Yurimaguas, la más cercana al epicentro del temblor, junto a las ministras de Salud, Zulema Tomás, y de Transportes, María Jara, mientras que el primer ministro, Salvador del Solar, se dirigió acompañado por el ministro de Vivienda, Miguel Estrada, a Tarapoto, otro de los lugares dañados.

"Somos un país históricamente vulnerable a los sismos, tenemos que estar preparados. Este sismo nos pone a prueba y estamos demostrando que tenemos capacidad de respuesta", escribió Del Solar en Twitter durante su inspección.

Esta visita se produjo, según dijo el propio mandatario a la televisión peruana, para hacer de primera mano un balance de los daños y poder actuar de forma rápida contra los problemas causados por el sismo.

Precisamente este domingo Vizcarra acoge en Lima la Cumbre Extraordinaria por el 50º aniversario de la Comunidad Andina, que congrega en Perú a los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Colombia, Iván Duque, y Ecuador, Lenin Moreno, quienes ya se encuentran en el país.

Han sido numerosos los derrumbes parciales de viviendas rústicas y de infraestructura vial, así como los cortes de fluido eléctrico, si bien los daños en infraestructuras reportados son menores y fácilmente subsanables, aseguró Vizcarra durante su visita de inspección.

Pese a la ausencia de grandes daños, el miedo entre los ciudadanos peruanos fue generalizado, particularmente en las regiones y ciudades más próximas al epicentro, y la población salió a la calle y permaneció allí durante horas ante la amenaza de que se produzcan réplicas, que de momento no se han registrado.

Este terremoto ocurrió cuatros días antes de que en Perú se realice un simulacro a nivel nacional de un sismo de gran magnitud acompañado de un tsunami en todo el litoral peruano, y sirvió como recordatorio de que Perú se ubica en la zona conocida como Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se produce el 85 % de la actividad sísmica mundial.