Miami (EE.UU.), 4 oct (EFE).- Tras una temporada de casi medio año en la sala Off Latina, de Madrid (España), y varias presentaciones en Colombia, el actor y director teatral cubano Jorge Ferrera aterriza en Miami y por primera vez en EE.UU. con "Peer Gynt", un clásico de las tablas adaptado para hablar del "antihéroe perfecto".

Se trata de la famosa obra del dramaturgo y poeta Henrik Ibsen, autor noruego cuya obra más representada, "Casa de muñecas", se adelantó a su tiempo para cuestionar el papel de la mujer en la sociedad.

En "Peer Gynt" se traza la vida de un hombre desde su juventud hasta la vejez, morirá finalmente solo y sin saber quién es, un esquema filosófico que Ferrera ha adaptado para un solo actor, él mismo, y que presentará en Miami a partir de este viernes.

"Siempre que trabajo un unipersonal, el punto de partida son algunas preguntas que me hago sobre el mundo que me rodea, sobre mi oficio. Aparecen sueños, obsesiones, estados internos no resueltos", dice a Efe el cubano, con más de 25 años de carrera y especializado últimamente en la actuación en solitario.

"En el caso de 'Peer Gynt' apareció porque quería hablar de la libertad del hombre y qué ocurre cuando en ese camino de libertad afectamos con nuestros actos a otras personas: ¿Libertad y egoísmo? Peer Gynt es el antihéroe perfecto para hablar de ello", explica.

El espectáculo, con más de una hora de duración y donde Ferrera se desdobla en siete personajes mediante un complicado trabajo físico, tiene como referencia la música creada en el siglo XIX por el compositor también noruego Edvard Grieg para la obra de Ibsen, una pieza por sí sola muy conocida.

Sin embargo, para la puesta en escena de Ferrera el artista Sergio Fernández, responsable de la sonorización, ha creado "un nuevo espacio sonoro en el que sumerge al espectador en todos los sonidos que está escuchando nuestro protagonista".

Ferrera estuvo cinco meses seguidos presentando "Peer Gynt" en Madrid, la ciudad donde vive, aunque su idea inicial, dice, era realizar una temporada de un mes.

"Fue muy bien recibida por la crítica y el público en Madrid. Me gustó ver que el espectáculo conectaba no solamente con gente de la profesión, sino que era disfrutado por todo tipo de público, lo cual para mí es lo ideal", confesó.

En Colombia, de donde acaba de llegar, actuó en teatros con mucha historia como Salamandra, La Máscara y Univalle (en Cali); también se presentó en la Corporación Colombiana de Teatro (en Bogotá), que dirige Patricia Ariza, e inauguró una nueva sala en Cali,"en una zona muy vulnerable de la ciudad, El Troncal", detalla.

Egresado del Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, Ferrera dirige el grupo El Puente desde hace 27 años, con el que llegó a Barcelona y, luego de 13 años de trabajo en la ciudad mediterránea -incluso llevando sus propuestas a casas particulares- se trasladó a Madrid.

Después de ocho unipersonales, que van desde "Historia de un caballo que se alimentaba de jardines", de Aquiles Nazoa (1986), hasta "Estudio 44" (2012) y "Peer Gynt" (2019), estos dos últimos con dramaturgia propia, el cubano llega a Estados Unidos por primera vez para subir a las tablas de la pequeña sala Artefactus, donde se mantendrá todo el fin de semana.

Se presenta como parte del Open Arts Fest, que organiza esta sala y su director, Eddy Souza.

Sobre trasladar el teatro a las viviendas, dice que el proyecto "nació a partir de una crisis que hubo en España, donde tuve que reinventarme como todos los artistas allí, y buscar nuevas formas de producción".

"Lo desarrollé mucho tiempo en Barcelona y Madrid. Pero ha sido algo que no he vuelto a retomar. Sin embargo, siempre me ha gustado sacar mis espectáculos de las salas convencionales", afirma el cubano.

Ferrera es un actor trotamundos que comenzó su "aventura" estudiando actuación y dirección en Kiev (Ucrania), donde fue sorprendido por la caída del muro de Berlín.

"Iba a estudiar allá cinco años, pero con todo esto de la 'perestroika' no pudo concretarse. Nos recogieron a todos y nos llevaron (de vuelta) para Cuba", recuerda.

"No estoy anclado a ningún lugar. Voy a donde pueda seguir desarrollando mi profesión. Teatro El Puente está donde esté yo. Es una filosofía, un modo de vida, un puente hacia el conocimiento desde la creación artística", desgrana.

En ese mismo sentido, "Peer Gynt", confiesa, "se me presenta hoy como el resultado de un viaje en el que siempre he intentado preguntarme quién soy".

Jorge Ignacio Pérez

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