Corsier sur Vevey (Suiza), 25 jul (EFE).- Uno de los grandes miedos que el legendario Charles Chaplin confesó a uno de sus hijos era el de ser olvidado. Casi dos décadas después de su desaparición, el primer museo del mundo dedicado a su figura se encarga, desde la localidad suiza en la que pasó sus últimos años, de que esto no ocurra.

"Universo Chaplin" -como han decidido llamarlo sus impulsores-, abrió sus puertas al público el pasado 16 de abril -el mismo día en el que el actor habría cumplido 127 años- como el único museo en el mundo dedicado exclusivamente a la vida y obra del actor.

Lo pintoresco del emplazamiento -en la localidad de Vevey en Suiza- no es casualidad, puesto que el museo se ha construido en la misma finca en la que la familia Chaplin al completo vivió hasta la muerte de la mujer del actor, Oona O'Neill en 1991.

Y es que según dijo a Efe el director de "Universo Chaplin", Jean-Pierre Pigeon, se trata de un proyecto en el que se ha involucrado a la familia al completo.

Tras la desaparición de Oona, la casa familiar, conocida como "La Manoir", quedó a cargo de dos de los hijos del actor, pero a principios del 2000 decidieron venderla.

"(La Manoir) Estaba muy deteriorada y pensaron en venderla, ahí es cuando apareció en escena el promotor Philippe Meylan, que tras reunirse con el escenógrafo canadiense Yves Durand, planteó el proyecto a los herederos, que aceptaron", explicó Pigeon.

Desde el nacimiento del concepto hasta la apertura del museo, han pasado 16 años. "Tardamos tanto que mucha gente ya no creía que esto fuera a ocurrir realmente", bromeó el director.

"Tenía que ser un lugar en el que se mostrase el arte de Chaplin, pero también su lado más íntimo, y que a la vez hiciese reír como lo hacía él. Charlie nunca hubiera permitido a sus hijos crear algo como un mausoleo", agregó.

La meticulosa planificación tiene relación directa con la personalidad de Chaplin, conocido por repetir sus tomas hasta 400 o 500 veces.

Además, la minuciosidad del comediante, quien también documentaba al detalle todas los elementos de las escenografías de su películas, ha permitido recrear algunas escenas en el museo a la perfección.

El complejo consta de tres partes: la Manoir, donde se exponen los elementos más personales del actor, como cartas y fotografías; el parque en el que está ubicado la casa, con vistas a los Alpes y al lago Lemán, y los estudios de cine.

En dichos estudios (la única parte nueva que se ha construido en la finca y que tienen un volumen de 15.000 metros cúbicos), los promotores del museo se han encargado de recrear los escenarios y las escenas de las películas más famosas del actor.

La visita a los mismos comienza con una proyección de diez minutos en la que se resume la vida de Chaplin y en la que se muestra cómo todo lo que creaba era una reacción a su tiempo.

"Siempre compartió su opinión de manera tajante. Es seguramente una de las razones por las que fue expulsado de Estados Unidos (razón por la que el actor acabó afincado en Suiza)", puntualizó Pigeon.

"Ese humanismo suyo es la parte más contemporánea de Chaplin. Es por ello que después de los terribles ataques en París o en Bruselas, hemos podido ver cómo las redes sociales se han llenado de sus frases. Esto demuestra que la gente aún se identifica con la forma en la que él trataba al mundo y a la actualidad", agregó.

Charlie Chaplin fue un personaje controvertido y que pese a ser recordado principalmente por su personaje "Charlot" el museo se encarga de iluminar a los asistentes con sus diferentes facetas: comediante, director, compositor, empresario y padre de familia.

En los tres meses que este "grand musée pour s'amuser" (de la expresión francesa "un gran museo para divertirse") lleva abierto, la afluencia ha sobrepasado las expectativas de la organización.

"Aún no podemos decir los números, pero sí que podemos afirmar que son mejores de lo que esperábamos. Personas de 60 países diferentes han pasado ya por aquí", comentó el director del museo.

La asistencia y los comentarios positivos recibidos son motivo suficiente para Pigeon para pensar que el museo va por el buen camino.

"Me alegra profundamente ver cómo después de la vista que dura dos horas y medias o tres, la gente termina y compra la biografía de Charlie. Quiere saber más. Eso es sin duda que estamos haciendo un buen trabajo promoviendo su figura", concluyó.