Es fácil volverse loco en el supermercado por no entender la diferencia entre las nuevas categorías de alimentos existentes. Por ejemplo, con los ingredientes heirloom o ancestrales.

Lo heirloom o ancestral me maravilla. Las frutas o verduras de esta variedad son las “razas originales”, las semillas antiguas que han llegado hasta hoy sin modificaciones genéticas, preservadas por las familias de generación en generación. Son sabrosas y nutritivas, como las comían nuestros abuelos décadas atrás. Están protegidas, y para que sean catalogadas como heirloom deben proceder de cultivo no masivo; es decir, siempre a pequeña escala. Además, deben ser anteriores a 1951, año en el que se comercializaron las primeras variedades genéticamente modificadas, esas que dan frutas y verduras todas igualitas y permiten producir a escala industrial.

De chica, recuerdo que nunca había dos tomates iguales, pues nacían todos diferentes, tal cual se le antojaba a la madre naturaleza. Después, la mano del hombre empezó a “alterar la raza”. Esos tomates, por ejemplo, se convirtieron en lo que son hoy: todos iguales y sin el sabor de antes, todo ello producto de la manipulación por conveniencia económica. Así que cuando te encuentres algo de variedad heirloom, sean zanahorias, coliflor u cualquier otro, sabes que tienes en tu mano un ingrediente repleto de sabor y con más de 60 años de antigüedad.

Recuerda esto y no lo olvides nunca: para alimentarnos bien no hace falta irse a los extremos ni gastar mucho dinero. Solo usa tu buen juicio, compra de forma consciente, intenta sembrar en casa —al menos algunas hierbas, frutas y vegetales— y consume alimentos lo menos alterados y lo más frescos y naturales posibles.

Si tu presupuesto lo permite, lleva a casa ingredientes orgánicos, apoya la sostenibilidad comprando de pequeños agricultores de tu zona, consume ingredientes de temporada y elige proteínas de animales que hayan vivido en su entorno natural. Siempre que puedas, busca el sello Non-GMO Project, que promueve el uso de ingredientes libre de modificaciones genéticas.

Por sabor y seguridad, el planeta, tu familia y tu paladar te lo agradecerán. Para recetas y otros consejos, consigue mi libro online o visita www.LaCocinaNoMuerde.com.