Raleigh, 9 de marzo 2016- El caso de un inmigrante mexicano cuya casa fue pintada con mensajes antiinmigrantes en Apex, ha generado preocupación en la comunidad, organizaciones de defensa de los inmigrantes y el Consulado General de México, mientras que la oficina del alguacil de Wake está en busca de los responsables.

La vivienda móvil de José Ramírez, ubicada en White Swan Court, Apex, apareció pintada con insultos en inglés como “maldito ilegal”, “maldito mexicano” y “espalda mojada” la madrugada del 21 de febrero, cuando el inmigrante se encontraba en una fiesta con unos amigos.

El Consulado General de México en Raleigh fue el primero en reaccionar. De forma proactiva, personal de su departamento de Protección se comunicó con Ramírez para ofrecerle respaldo.

“Nosotros le ofrecimos el servicio de un abogado del consulado en caso que necesite interponer una demanda contra alguien”, dijo Marcos Moreno, a cargo del departamento de Protección del Consulado de México. “Él no nos requirió apoyo económico, porque cuenta con un trabajo y piensa reubicarse, pero eso no  significa que no pueda requerir apoyo de ese tipo más adelante”.

Moreno dijo que el consulado está muy al pendiente de este tipo de casos, por indicación directa de la Embajada de México en Washington D.C., ante el temor que el clima político antiinmigrante pueda generar ataques como el que sufrió Ramírez.

“Hace un par de días recibimos una instrucción de la embajada para darle seguimiendo a estas situaciones que han estado surgiendo en diferentes partes del país, como actos de vandalismo con un sesgo racista”, dijo Moreno.

“Estamos viendo con preocupación que, efectivamente, hay un cierto ambiente que está propiciando que haya ataques contra inmigrantes. No hemos registrado un caso similar, pero si ya  se han detectado en otros lugares como en Anaheim, California, donde un  par de mexicanos resultaron heridos por personas relacionadas con el Ku Klux Klan. Es por eso que hay una preocupación latente en toda la red consular de México”, añadió el funcionario consular.

Moreno pidió a sus connacionales que si son víctimas de algún ataque con motivaciones raciales, deben notificar inmediatamente a las agencias del orden, sea la policía o el alguacil, y que llamen al Consulado para darle seguimiento a los casos.

“Es fundamental que guarden pruebas para poder documentar los casos”, recomendó.

William Sáenz, vocero de El Pueblo Inc., dijo que también ha visto un aumento en el clima antiinmigrante en los últimos meses.

“Hemos visto un aumento pequeño pero visible.  Cada vez que hacemos una historia con los medios americanos, encontramos un email o mensaje por Facebook diciendo por ejemplo que todos nosotros somos unos ilegales. Y en un email reciente alguien se refirió a las inmigrantes hispanas como prostitutas”, comentó Sáenz.

Xóchil Hernández, miembro del grupo comunitario Inmigrantes Unidos NC, dijo que lo sucedido con Ramírez le genera preocupación.

“Me preocupa que esto desate una ola de odio más grande, que más gente se sienta con el valor de hacerlo. Sabemos que hay gente muy vulerable que no conoce sus derechos y que podrian ser la más perjudicada”, dijo.

“Ya vivimos suficiente estrés con las redadas de ICE o con el miedo a que nos puedan detener para chequear nuestro estatus, como para también tener miedo de esto”, añadió.

El alguacil investiga
El alguacil del condado Wake, Donnie Harrison, dijo qué no podía afirmar si lo ocurrido en la casa de Ramírez fue un crimen de odio, vandalismo o una disputa doméstica debido a que el caso aún continúa bajo investigación.

Harrison indicó que hay una “persona de interés” que los investigadores están intentando ubicar pero que todavía no ha sido interrogada, por lo que no podía dar más información sobre el caso. Indicó además que no ha visto casos similares recientemente en el condado.

Ramírez, en tanto, planea mudarse a otra zona mientras espera que la corte de Wake le otorgue una orden de restricción contra una mujer que él cree pudo tener que ver con el incidente.

Esto debido a que antes de que aparecieran las pintas, ella rompió una ventana e ingresó ilegalmente a su casa por un altercado con una pareja de inquilinos que vivieron allí hasta enero.

Ramírez asegura que cuando fue a pedirle a la mujer que pagara por el daño de la ventana, ella lo insultó y lo amenazó.